¿Y si nuestra vida no fuera por un solo camino…sino por todos los posibles?
Según la teoría del Multiverso, existen infinitos mundos, al igual que infinitas son las probabilidades de nuestra existencia.
Alex vive en Milán. Jenny, en Melbourne. Sus vidas han estado unidas desde siempre por un diálogo telepático que se establece sin previo aviso mientras caen en un estado de inconsciencia. Cuando deciden encontrarse, descubren una realidad que cambiará por completo sus vidas, destruyendo la certeza sobre el mundo que habitan.
-¿Dónde estás?
La voz retumbó en la cabeza de la chica.
Un repentino silencio.
Gemidos a lo lejos, inquietantes como un llanto que resuena en el fondo de un abismo.
-Dime donde vives... - insistió el chico.
-Mel... - Jenny trató de responder.
-Te oigo... Necesito saber dónde estás.
Cada sílaba proferida por Alex era como una aguja clavada en su cabeza. El dolor era punzante.
(...)
-Melbourne.
-Te encontraré - fue lo último que dijo Alex antes de que todo se olviera negro.
Alex Loria, un chico italiano de dieciséis años, cae al suelo desmayado en medio de un partido de baloncesto. En ese mismo momento, Jenny Graver, una chica australiana de la misma edad, también se desvanece en su casa.
En los últimos cuatro años esta clase de sucesos se han venido repitiendo con frecuencia. El hecho es que Alex y Jenny se comunican telepáticamente y, ansiosos por conocerse, se citan por fin en el muelle de Altona Beach, en Melbourne. Ambos están allí. O al menos eso dicen.
Porque ninguno puede ver al otro. Marco, un amigo de Alex, descubre que se trata de la teoría del Multiverso: nuestras vidas se desarrollan de manera distinta en una infinidad de dimensiones peralelas. En el mundo de Alex, Jenny murió a los seis años. En el mundo de Jenny, Alex existe pero no es su amigo. ¿Cómo podrán encontrarse? O mejor todavía, ¿cuándo y dónde podrán encontrarse?
-Tengo una pista. Supongo que te parecerá absurda. No te preocupes, aceptaré incluso una serie de insultos por tu parte. Pero si damos por cierto el hecho de que tú no sufres trastornos psicológicos, hay una sola solución al enigma. La única en la que vale la pena concentrarse para avanzar.
-Te escucho.
-Se trata de algo que la ciencia aun no tiene demasiado claro.
-He recorrido medio mundo para hablar con una muchacha con la que me comunico con la mente… estoy abierto a todo.
Realmente precioso, esoty deseando leerme este libro. Parece fascinante y atrayente, además que la historia es muy jugosa.
-No sé como explicarlo, pero ya no puedo prescindir de ti, tu sonrisa existe en mi cabeza. Sé que quizá será distinto, que quizá serás distinta, y aun así no puedo pensar en irme a dormir aceptando que nunca te veré, aceptando que solo seas un sueño.
Las palabras de Alex permanecieron sin respuesta unos instantes:
-Pero quizás sí sea solo un sueño.
-Sí, el sueño más hermoso del mundo.
-Pero los sueños están destinados a desaparecer.
-Entonces no quiero despertar nunca.
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