Dos días habían transcurrido desde que los nuevos vecinos se instalaron a la casa de al lado, un mansión vieja y abandonada que pertenecía a una familia cuya hija despareció por estos bosques unos años atrás. Nunca la encontraron.
Los nuevos ocupantes aún no se habían visto por la calle, al menos no su hijo, ya que era una familia formada de tres miembros. Salvo su madre (me enteré de que su padre estaba todo el rato trabajando), su hijo se había escondido en la casa desempaquetando sus cosas, al parecer.
Una versión electrónica de Beat It se oía desde su habitación, al parecer era un gran fan de los años 80, o simplemente de Michael Jackson. La música incitaba a bailar, a mover el esqueleto y saltar como un loco. Por supuesto, no iba a ha hacer nada de eso, pero apostaba a que el chico que tenía al lado sí. Aún así, el ruido se interponía entre el estudio y yo, y no me dejaba concentrar. Tapándome las orejas con las manos, intenté leerme de nuevo el tema… so beat it… just beat it… No creo que estudiase nada con la canción a tope metida en la cabeza, su melodía en mis oídos.
Esta es la primera parte, nuevo vecino, empiezan las desapareiciones. Así es como se conocen:
Retrocedí unos pasos y mi mirada se fue a la ventana, donde el contorno de una silueta masculina se veía a través del cristal. Cogí una piedra de una de las macetas y la arrojé en su dirección, rebotando en una de las esquinas de la ventana. Quizás no fue una buena idea llamarle la atención de esa forma. No era… una buena bienvenida al pueblo por mi parte.
-¡No me dejas estudiar! – grité.
La silueta dio un salto en la silla que estaba sentado y se asomó al cristal, pero apenas pude verle las facciones con el sol. El muchacho se quedó allí por un rato, y me pregunté si le había dado un ataque cardiovascular con mi piedra-fusil-contra-su-ventana. La música paró y el chico desapareció dentro de la habitación. Me acerqué al porche, oyendo la madera crujir bajo mis pies. El vecino abrió la puerta y…, hombre, tampoco estaba tan mal. No parecía un friki antisocial al cual le costaba integrarse, era más bien… agradable. Era algo más alto que mi novio Walter, pero su rostro no se parecía en nada a él. Era tipo angelical, aunque a la vez travieso. Interesante vecino. Pequeños rizos le caían sobre la frente y en los costados, con un gracioso remolino a un lado de la tez. Sus labios eran finos y por la forma en que se curvaron en una media sonrisa, era aún más agradable. Los ojos del chico eran casi felinos y de un tenue verde uva. Sus cejas eran finas y de color avellana, al igual que su pelo rizado. Su piel no estaba muy bronceada y se podían distinguir unas cuantas pecas alrededor de su nariz y pómulos altos. Su rostro era jovial y no aparentaba los años que probablemente debería tener, alrededor de los dieciocho.
Reaccioné un poco más tarde de que apareciera.
-Oh, lo siento por haberte recibido de esta forma al pueblo. No quería molestarte con el ritmo que llevabas ahí dentro, solo que tú sí me molestabas a mí.
Asintió y apoyó la cadera en el marco de la puerta. Ladeando la cabeza y de brazos cruzados, me miró un largo instante.
-¿Es así cómo recibes a todo el mundo? – preguntó, con una sonrisa risueña.
-Obviamente, no – respondí. Sin embargo, había algo en él que… no lo sé, era extraño – Soy Cynthia, tu vecina de al lado – me presenté, intentando hacer la más fabulosa de mis sonrisas.
Pero él simplemente asintió de nuevo y me miró vagamente.
-Hola – saludó sin entusiasmo alguno.
¿Hola? ¿Solo… solo eso? Vaya, pues sí que era extraño lo que había en él.
-Mmm… ¿no vas a decirme tu nombre? – pregunté, si saber exactamente como tenía que reaccionar, si dejándolo en paz o insistiendo en que se presentase. Creo que lo primero era lo mejor.
-Está claro que no quieres conocerme, así que no, no voy a decírtelo.
Y el nombre del chico... sorpresa, sorpresa. Os lo presentaré más adelante. En la história explico que es un gran fan de los ochenta, proviene de Italia, tiene una colección de camisetas de Los Beatles, todos los discos de Michael Jackson y le gusta ir con el skate. Como he descrito anteriormente el chico que está en mi mente es realmente atractivo, fuerte, y aunque su fantástico encuentro-por-primera-vez, no haya sido de lo más fabuloso, es muy amable y sincero. A pesar de que la chica, Cynthia, tiene un novio llamado Walter... no os imagináis lo que ocurrirá. Os iré pasando trozos y me decís vuestra opinnión, por favor :)
Espero que os haya gustado el comienzo, por que la cosa se pondrá emocionante.
Sabia k t mola Walter!!!! Jajajjajaja
ResponderEliminarHa sido para ponerle un nombre al personaje, no había encontrado ninguno más, y durante la historia, ya explicaré que le pasará...
ResponderEliminar¿Qué te ha parecido el relato, SoBeauty?
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