Él es arrogante, dominante, y... está para morirse.
Hunter es un asesino despiadado. Y el Departamento de Defensa lo tiene firmemente en sus manos, lo que por lo general no lo molesta demasiado porque al menos puede matar a los tipos malos. La mayoría del tiempo disfruta de su trabajo. Eso es, hasta que se ve envuelto en algo que nunca ha tenido que hacer antes: proteger a un humano de su enemigo mortal.
Serena Cross no le creía a su mejor amiga cuando ella afirmó haber visto al hijo de un poderoso senador convertirse en algo... antinatural. ¿Quién lo creería? Pero entonces es testigo del asesinato de su amiga a manos de lo que sólo puede ser un extraterrestre, empujándola a un mundo que mataría para proteger su secreto.
Hunter agita el temperamento de Serena y su deseo a pesar de sus diferencias. Pronto él está haciendo lo impensable -rompiendo las reglas por las que ha vivido, yendo en contra del gobierno para mantener a salvo a Serena. Pero son los extraterrestres y el gobierno las mayores amenazas para la vida de Serena... o lo es Hunter?
Teasers de Obsession
Teaser 1:Estamos en su mundo, nena. No te preocupes del chico Luxen que esta con Luc. Preocúpate de ti misma.
Teaser 2:
Los Luxens eran como Pringles galácticas en un jodido modo. Una vez que te metías uno, simplemente no podías parar.
Teaser 3:
-No toda su raza llego a la tierra cuando nuestro planeta fue destruido. Decenas de miles de personas están aquí, pero hay cientos de miles allá fuera. Ellos vendrán eventualmente.
-¿Y? -pregunto ella, con los brazos aflojándose y cayendo a los costados.
-Y los humanos se alegraran de que haya Arums en este planeta cuando llegue ese día.
Teaser 4:
-¿Quieres un trago? -preguntó, dirigiéndose hacia el gabinete cerca del refrigerados.
-Sí. Por favor.
Hunter la miró.- Te ves sorprendida.
-Tú no pareces el tipo de persona que hace cosas con tal caballerosidad. -O cosas civilizadas, pero pensó que no debía atacarlo.
Sus labios temblaron. -He sabido sorprenderme a mí mismo de vez en cuando -volviendo de nuevo al gabinete, tomó dos vasos.
-Tengo soda, leche, agua.
-¿Leche? No tengo diez.
Se dio la vuelta, sus ojos brillaban bajo la luz. -¿Y cuántos años tienes? ¿Diecinueve?
Ofendida, Serena se inclinó hacia atrás en el taburete. -Tengo veinticinco.
-Hmm -se puso las gafas y optó, en cambio, por dos copas de vino.
Sus ojos se estrecharon. -¿No te dieron como un archivo básico sobre mí, o algo así?
-Sí. -Hunter tomó una botella de vino de su bastidor.
Mirando la parte posterior de sus anchos hombros, ella se imaginó un aterrizaje mono-araña sobre él, mordiendo su cuello al estilo vampiro. En realidad, al estilo zombie. Eso le haría más daño. -¿Lo has leído?
Hunter se dio la vuelta y cruzó la distancia hasta la isla. Puso un vaso de vino oscuro en frente de ella. -Así es.
La piel de Serena se sentía apretada. Así es como sentirse irritada la ponía. -Entonces, si has leído, aunque sea solo un poco, debes saber que no tengo diecinueve.
Apoyando los codos en la mesa, él tomó un sorbo de vino. -Tal vez.
-Así que, ¿lo preguntaste sólo para molestarme?
-Es muy probable -murmuró él, mirándola por encima del borde de su vaso.
Un cosquilleo agudo se extendió por la parte posterior de su cráneo, como un golpe de calor. -Eres un idiota.
-Y tú tienes una boca muy sucia. -Hunter le lanzó una sonrisa rápida.
Ella tomó un respiro profundo y tranquilizador mientras él terminaba su vino de un trago.
No había tocado siquiera el suyo. -¿Deberías estar bebiendo mientras trabajas?
-¿Deberías estar haciendo tantas preguntas?
-¿Y no deberías también tener puesta una camisa? -espetó ella- Agrega a eso lo que estás bebiendo, y pareces muy inapropiado.
Hunter se echó a reír. El sonido, oh wow, el sonido de su risa divertida envió un escalofrío por sus piernas.
Él se movía alrededor de la isla. Él no caminaba, oh no, los gráciles movimientos de sus muslos vestidos de dril de algodón le recordaban más a un gran león acechando a su presa que a un ser humano caminando. Su respiración se estancó mientras se sentaba junto a ella, extendiendo sus muslos anchos y rozándole la pierna.
Agarrándose al banco, ella se deslizó fuera. Las patas de metal hicieron un horrible sonido al arrastrarse. Esperaba no haber arruinado el azulejo. -¿De qué quieres que hablemos?
Hunter acercó su taburete hacia ella, rompiendo de nuevo la distancia. Incluso sentado, él era una cabeza o dos más alto, así que cuando se inclinó, su rostro estaba justo frente al de ella. -De ti.
Serena tenía la garganta seca. -Estás en mi espacio personal.
-Estás en mi casa, por lo que eso cancela tu espacio personal.
-Tu lógica es defectuosa.
Él inclino la cabeza hacia un lado, bajando las pestañas. -Mi lógica es la única por aquí. Debes acostumbrarte a eso.
Y él tenía que acostumbrarse a que le lanzaran objetos contundentes a la cabeza, ya que eso estaba a punto de suceder.
Teaser 5:
Jeh. Él apestaba en toda esa cosa del cuidado de niños.
-Me haces daño -dijo finalmente, señalando la mano envuelta alrededor de su brazo.
-No. No lo hago.
Su rostro se arrugó. -Está bien. Me estás molestando.
-¿Quieres saber un secreto?
Serena lo miró, cautelosa. -¿Cuál?
-No me importa.
Ella puso los ojos en blanco. -Muy gracioso.
Teaser 6:
-No pareces muy preocupada.
Fruncí el ceño. -Bueno, lo estoy. Las cosas están un poco...estropeadas. Y tú me noqueaste. Y estas medio desnudo-
-¿Has mirado en el espejo?-me corto. -Estas tan desnuda como yo lo estoy. Y yo no te he tirado nada a la cabeza.
Al mirar hacia abajo a mí misma, me estremecí. De alguna manera me había olvidado de que estaba en mi camisa y ropa interior. Sonrojándome, quería esconderme detrás de algo, pero me cruce de brazos.-Yo no te he tirado nada a la cabeza. Yo estaba-
-¿Siempre sobreactuas de esta manera?
Oh mi Dios, si el me volvía a interrumpir una vez más le acabaría tirando algo a la cabeza. -Me desperte en un lugar extraño, secuestrada por un extraterrestre. No puedo creer que este explicando porque estoy de los nervios. ¿Que estabas haciendo en mi habitación de todos modos?
Él imito mi postura. -Corrección: esta es mi casa, así que esta es mi habitación. No es que tengo que explicarme, pero yo estaba revisando para asegurarme de que todo estaba seguro fuera.
-Pero me secuestraste.
-No lo hice.
Yo levanté las manos. -¿Que es todo esto? ¿Donde estoy?
-Virginia Occidental.
Mi boca se abrió. Oh, Dios mío, esto no puede estar pasando. -¿Estoy en una zona horaria diferente? ¿Estas tomándome el-
Hunter alzó la mano silenciandome. La punta de mi lengua, literalmente, quemaba por estar criticarle. -¿Qué demonios es ese ruido?
Antes de que pudiera responder, él acechó más allá de la cama y entró en el baño.
-¡Jesús! ¿Qué estás tratando de hacer aquí?- Su voz llegó desde el baño. -¿ Dándole al suelo un baño?- exigió.
Busqué desesperadamente por mis jeans, pero no encontré nada.
Hunter volvió, con las manos en las caderas. Demasiado tarde. -¿En serio?
-Olvidé que encendí el grifo. Caray, estas de mal humor.
-Y tú estas resultando ser un enorme dolor en el muslo.
-Mira, lo siento mucho por eso. ¿De acuerdo? He pasado por algunos eventos muy traumáticos aquí hace poco, y sí, puede ser que haya sobreactuado. -luche por mi paciencia.- Y realmente me gustaría saber dónde están mis pantalones.
-Tus pantalones están doblados en la esquina de la cama. Es probable que los hubieras echado al suelo.
¿Qué? Quería comprobar, pero no me iba a inclinar en mi ropa interior delante de él. -¿Y como se salieron de mí y se doblaron en la cama?
-Yo lo hice. Pensé que estarías más cómoda.
Oh vaya, no tenía ni idea de qué pensar sobre eso. No era plan agradecerle. Él me desnudo mientras yo estaba inconsciente, por el amor de Dios. Mi cuerpo entero se sentía al rojo vivo. -Yo no voy a darte las gracias por eso.
-No es como que esperaba cortesía de tu parte -respondió él, sus ojos pálidos brillando... ¿con qué? ¿Ira? ¿Diversión? -Después de todo, nunca me diste las gracias por salvarte el culo, un culo muy bonito, por cierto. Así que puedo agregar desconsiderada a tu brillante lista de atributos. Pon eso junto a: reacciona exageradamente, primero actúa y luego piensa, dramática...
-Oh, que te foll-
-No quieres acabar esa frase -advirtió Hunter. Su voz lo suficientemente baja como para enviar escalofríos de advertencia por mi espina dorsal.
Teaser 2:
Los Luxens eran como Pringles galácticas en un jodido modo. Una vez que te metías uno, simplemente no podías parar.
Teaser 3:
-No toda su raza llego a la tierra cuando nuestro planeta fue destruido. Decenas de miles de personas están aquí, pero hay cientos de miles allá fuera. Ellos vendrán eventualmente.
-¿Y? -pregunto ella, con los brazos aflojándose y cayendo a los costados.
-Y los humanos se alegraran de que haya Arums en este planeta cuando llegue ese día.
Teaser 4:
-¿Quieres un trago? -preguntó, dirigiéndose hacia el gabinete cerca del refrigerados.
-Sí. Por favor.
Hunter la miró.- Te ves sorprendida.
-Tú no pareces el tipo de persona que hace cosas con tal caballerosidad. -O cosas civilizadas, pero pensó que no debía atacarlo.
Sus labios temblaron. -He sabido sorprenderme a mí mismo de vez en cuando -volviendo de nuevo al gabinete, tomó dos vasos.
-Tengo soda, leche, agua.
-¿Leche? No tengo diez.
Se dio la vuelta, sus ojos brillaban bajo la luz. -¿Y cuántos años tienes? ¿Diecinueve?
Ofendida, Serena se inclinó hacia atrás en el taburete. -Tengo veinticinco.
-Hmm -se puso las gafas y optó, en cambio, por dos copas de vino.
Sus ojos se estrecharon. -¿No te dieron como un archivo básico sobre mí, o algo así?
-Sí. -Hunter tomó una botella de vino de su bastidor.
Mirando la parte posterior de sus anchos hombros, ella se imaginó un aterrizaje mono-araña sobre él, mordiendo su cuello al estilo vampiro. En realidad, al estilo zombie. Eso le haría más daño. -¿Lo has leído?
Hunter se dio la vuelta y cruzó la distancia hasta la isla. Puso un vaso de vino oscuro en frente de ella. -Así es.
La piel de Serena se sentía apretada. Así es como sentirse irritada la ponía. -Entonces, si has leído, aunque sea solo un poco, debes saber que no tengo diecinueve.
Apoyando los codos en la mesa, él tomó un sorbo de vino. -Tal vez.
-Así que, ¿lo preguntaste sólo para molestarme?
-Es muy probable -murmuró él, mirándola por encima del borde de su vaso.
Un cosquilleo agudo se extendió por la parte posterior de su cráneo, como un golpe de calor. -Eres un idiota.
-Y tú tienes una boca muy sucia. -Hunter le lanzó una sonrisa rápida.
Ella tomó un respiro profundo y tranquilizador mientras él terminaba su vino de un trago.
No había tocado siquiera el suyo. -¿Deberías estar bebiendo mientras trabajas?
-¿Deberías estar haciendo tantas preguntas?
-¿Y no deberías también tener puesta una camisa? -espetó ella- Agrega a eso lo que estás bebiendo, y pareces muy inapropiado.
Hunter se echó a reír. El sonido, oh wow, el sonido de su risa divertida envió un escalofrío por sus piernas.
Él se movía alrededor de la isla. Él no caminaba, oh no, los gráciles movimientos de sus muslos vestidos de dril de algodón le recordaban más a un gran león acechando a su presa que a un ser humano caminando. Su respiración se estancó mientras se sentaba junto a ella, extendiendo sus muslos anchos y rozándole la pierna.
Agarrándose al banco, ella se deslizó fuera. Las patas de metal hicieron un horrible sonido al arrastrarse. Esperaba no haber arruinado el azulejo. -¿De qué quieres que hablemos?
Hunter acercó su taburete hacia ella, rompiendo de nuevo la distancia. Incluso sentado, él era una cabeza o dos más alto, así que cuando se inclinó, su rostro estaba justo frente al de ella. -De ti.
Serena tenía la garganta seca. -Estás en mi espacio personal.
-Estás en mi casa, por lo que eso cancela tu espacio personal.
-Tu lógica es defectuosa.
Él inclino la cabeza hacia un lado, bajando las pestañas. -Mi lógica es la única por aquí. Debes acostumbrarte a eso.
Y él tenía que acostumbrarse a que le lanzaran objetos contundentes a la cabeza, ya que eso estaba a punto de suceder.
Teaser 5:
Jeh. Él apestaba en toda esa cosa del cuidado de niños.
-Me haces daño -dijo finalmente, señalando la mano envuelta alrededor de su brazo.
-No. No lo hago.
Su rostro se arrugó. -Está bien. Me estás molestando.
-¿Quieres saber un secreto?
Serena lo miró, cautelosa. -¿Cuál?
-No me importa.
Ella puso los ojos en blanco. -Muy gracioso.
Teaser 6:
-No pareces muy preocupada.
Fruncí el ceño. -Bueno, lo estoy. Las cosas están un poco...estropeadas. Y tú me noqueaste. Y estas medio desnudo-
-¿Has mirado en el espejo?-me corto. -Estas tan desnuda como yo lo estoy. Y yo no te he tirado nada a la cabeza.
Al mirar hacia abajo a mí misma, me estremecí. De alguna manera me había olvidado de que estaba en mi camisa y ropa interior. Sonrojándome, quería esconderme detrás de algo, pero me cruce de brazos.-Yo no te he tirado nada a la cabeza. Yo estaba-
-¿Siempre sobreactuas de esta manera?
Oh mi Dios, si el me volvía a interrumpir una vez más le acabaría tirando algo a la cabeza. -Me desperte en un lugar extraño, secuestrada por un extraterrestre. No puedo creer que este explicando porque estoy de los nervios. ¿Que estabas haciendo en mi habitación de todos modos?
Él imito mi postura. -Corrección: esta es mi casa, así que esta es mi habitación. No es que tengo que explicarme, pero yo estaba revisando para asegurarme de que todo estaba seguro fuera.
-Pero me secuestraste.
-No lo hice.
Yo levanté las manos. -¿Que es todo esto? ¿Donde estoy?
-Virginia Occidental.
Mi boca se abrió. Oh, Dios mío, esto no puede estar pasando. -¿Estoy en una zona horaria diferente? ¿Estas tomándome el-
Hunter alzó la mano silenciandome. La punta de mi lengua, literalmente, quemaba por estar criticarle. -¿Qué demonios es ese ruido?
Antes de que pudiera responder, él acechó más allá de la cama y entró en el baño.
-¡Jesús! ¿Qué estás tratando de hacer aquí?- Su voz llegó desde el baño. -¿ Dándole al suelo un baño?- exigió.
Busqué desesperadamente por mis jeans, pero no encontré nada.
Hunter volvió, con las manos en las caderas. Demasiado tarde. -¿En serio?
-Olvidé que encendí el grifo. Caray, estas de mal humor.
-Y tú estas resultando ser un enorme dolor en el muslo.
-Mira, lo siento mucho por eso. ¿De acuerdo? He pasado por algunos eventos muy traumáticos aquí hace poco, y sí, puede ser que haya sobreactuado. -luche por mi paciencia.- Y realmente me gustaría saber dónde están mis pantalones.
-Tus pantalones están doblados en la esquina de la cama. Es probable que los hubieras echado al suelo.
¿Qué? Quería comprobar, pero no me iba a inclinar en mi ropa interior delante de él. -¿Y como se salieron de mí y se doblaron en la cama?
-Yo lo hice. Pensé que estarías más cómoda.
Oh vaya, no tenía ni idea de qué pensar sobre eso. No era plan agradecerle. Él me desnudo mientras yo estaba inconsciente, por el amor de Dios. Mi cuerpo entero se sentía al rojo vivo. -Yo no voy a darte las gracias por eso.
-No es como que esperaba cortesía de tu parte -respondió él, sus ojos pálidos brillando... ¿con qué? ¿Ira? ¿Diversión? -Después de todo, nunca me diste las gracias por salvarte el culo, un culo muy bonito, por cierto. Así que puedo agregar desconsiderada a tu brillante lista de atributos. Pon eso junto a: reacciona exageradamente, primero actúa y luego piensa, dramática...
-Oh, que te foll-
-No quieres acabar esa frase -advirtió Hunter. Su voz lo suficientemente baja como para enviar escalofríos de advertencia por mi espina dorsal.